La Unidad de Recuperación Funcional, ubicada en la planta 4D de Geriatría del Hospital Santa María del Rosell de Cartagena atiende a personas hospitalizadas mayores de 65 años que, a causa de intervenciones quirúrgicas, ictus u otras condiciones que afectan a su movilidad, requieren atención especializada para su recuperación.
Gracias a nuestro convenio de colaboración con este hospital, llevamos a cabo el proyecto SECUNDA Senior, que tiene como objetivo ofrecer acompañamiento a pacientes y a sus familiares, con el fin de prevenir la soledad no deseada y el impacto negativo que conlleva la hospitalización, y ofreciéndoles actividades amenas y personalizadas, en coordinación con los profesionales del centro.
El papel clave del voluntariado
Cada voluntario se compromete a ofrecer 2 horas a la semana, para ofrecer apoyo emocional, escucha activa y acompañamiento personalizado a los pacientes y familiares. Realizamos actividades lúdicas, ejercicios físicos dirigidos, dinámicas de grupo al aire libre o conversaciones, que no solo estimulan la autonomía, autoestima y bienestar emocional de los pacientes ingresados.
Este voluntariado no solo mejora el estado de ánimo de los ingresados, sino que contribuye activamente a su proceso de recuperación a través de la realización de ejercicios físicos bajo la supervisión de un médico de la planta. A través de conversaciones, salidas a la terraza y dinámicas, los voluntarios generan un ambiente agradable y distendido que incluso facilita alcanzar la recuperación, ya que es una etapa en la que sentirse acompañado marca la diferencia.
La Dra. Carmen Alcaraz, Geriatra de la URF, afirma que los voluntarios de FADE aportan a la recuperación, calidad de vida y humanización a los pacientes. “En esta planta estamos especialmente comprometidos con la humanización de la asistencia sanitaria, y para nosotros es fundamental la estimulación funcional, la estimulación cognitiva y el acompañamiento que puedan hacer los voluntarios de FADE con nuestros pacientes.”
Una experiencia gratificante
El voluntariado no solo impacta positivamente la vida de los pacientes, sino que también es una fuente de crecimiento personal y profesional para quienes colaboran como voluntarios.
Evan Da Silva Lopes, voluntario de FADE y estudiante de Fisioterapia de la UCAM, destaca la empatía y el vínculo intergeneracional que se crea con las personas mayores. “Ver el ánimo en los ojos de estos pacientes cuando hablan conmigo, me confirma que esto tiene sentido. Si yo tuviera 80 años me encantaría compartir mis experiencias de vida con otras personas”.
También Lisa Touchet y Maïna Guerrif, voluntarias y compañeras de estudio de Evan, nos comparten que este voluntariado es un complemento ideal a su formación académica. “Aprendemos muchísimo, tanto a nivel técnico como personal. Se trata de poner en práctica la escucha activa que necesitamos como futuros profesionales de Fisioterapia, aportando confianza y ánimo a los pacientes. Nos adaptamos a cada paciente, según su situación o patología, realizando cada ejercicio de forma personalizada, pero, sobre todo, intentamos que cada sesión esté llena de alegría y sonrisas”.
El impacto de este programa es bidireccional: mientras los pacientes reciben el apoyo y la motivación necesarios para continuar con su recuperación, los voluntarios adquieren experiencias y valores que marcarán su futuro profesional y personal.
¿Te animas a marcar la diferencia?
No hay un perfil específico para este voluntariado. Cualquier persona interesada en acompañar a personas mayores, con ganas de ayudar y compartir su tiempo, es bienvenida. También es una oportunidad única para estudiantes de carreras sanitarias, que pueden complementar su formación con una experiencia práctica.
Para inscribirte como voluntario, rellena este formulario.
Este proyecto es posible gracias a la colaboración de la Consejería de Política Social, Familias e Igualdad, el Ayuntamiento de Cartagena, el Área de Salud 2 de Cartagena, el Hospital María del Rosell, la Universidad Católica de Murcia (UCAM) y la Universidad de Murcia.