El servicio de voluntariado de la Fundación FADE en la Unidad de Ejercicio Físico Oncológico (UEFO) del Hospital Santa Lucía de Cartagena es una iniciativa que busca mejorar el bienestar de los pacientes con cáncer (no ingresados) a través del acompañamiento y la mejora de la adherencia a los programas de ejercicio terapéutico. Sin embargo, este programa no solo beneficia a los pacientes, sino que también representa una experiencia única de aprendizaje y crecimiento personal para los voluntarios. En esta ocasión, queremos dar voz a sus testimonios.
"Me está encantando esta experiencia" – Alejandro, estudiante de Fisioterapia
Alejandro es estudiante de primer año de Fisioterapia en la UCAM y decidió unirse a este voluntariado tras conocer la iniciativa en su facultad: «La Fundación FADE vino a clase a presentarse y a buscar voluntarios. Como me encanta el entrenamiento y la parte de hipertrofia, me lancé. La verdad es que me está encantando».
Para Alejandro, esta experiencia es una oportunidad única para su futuro profesional: «Creo que este tipo de voluntariado es muy necesario, sobre todo en carreras donde tu trabajo consiste en socializar con personas. Aquí aprendes a empatizar con los problemas de los demás, y eso es algo que voy a usar en mi día a día como fisioterapeuta».
"La constancia de los pacientes mejora gracias a los voluntarios" – Dr. Enrique Conesa
El Dr. Enrique Conesa, fisioterapeuta e investigador en la UEFO, resalta el papel crucial de los voluntarios en la motivación de los pacientes: «El voluntariado es muy importante porque ayuda a los pacientes a mantener la constancia en el ejercicio. Les refuerzan emocional, física y psicológicamente, lo que es clave para su recuperación».
El Dr. Conesa enfatiza que muchos pacientes enfrentan dificultades para continuar con el programa debido al desgaste físico y emocional del cáncer y su tratamiento. En este sentido, la labor de los voluntarios no se limita a la supervisión de los ejercicios, sino que también consiste en brindar apoyo emocional y crear un ambiente de confianza y motivación.
"Nos sentimos como una familia" – Paloma Rico, voluntaria de FADE
Paloma Rico, estudiante de primer año de Fisioterapia en la UCAM y voluntaria de FADE, destaca la importancia del acompañamiento y la relación que se establece con los pacientes: «Lo que solemos hacer con los usuarios es acompañarlos, estar con ellos, sobre todo para que se adhieran al tratamiento. Establecemos relación y nos sentimos como una familia».
Paloma resalta el ambiente positivo que se genera en la UEFO, tanto para los pacientes como para los voluntarios: «Nosotros nos divertimos un montón con ellos y la respuesta que ellos tienen con nosotros es muy positiva».
Una experiencia que deja huella
El voluntariado en la UEFO no solo representa una oportunidad para aplicar conocimientos técnicos, sino también para desarrollar habilidades interpersonales y reforzar la vocación de servicio. La interacción con los pacientes permite a los estudiantes de Fisioterapia comprender la importancia del acompañamiento emocional en los tratamientos médicos y la relevancia del ejercicio físico en la recuperación oncológica.
En palabras de Alejandro: «Este voluntariado me ha enseñado que la fisioterapia va más allá del ejercicio y la técnica. Se trata de conectar con las personas, entender sus necesidades y ayudarlas a superar sus limitaciones».
Por ello, el impacto del voluntariado en la UEFO es bidireccional: los pacientes reciben el apoyo que necesitan para continuar en el programa de ejercicio, y los voluntarios adquieren experiencias y valores que marcarán su futuro profesional y personal. Una iniciativa donde la empatía y la dedicación se convierten en pilares fundamentales para su bienestar.
Este proyecto es posible gracias a la colaboración de la Consejería de Política Social, Familias e Igualdad de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.
