El voluntariado es una forma de contribuir al desarrollo de la comunidad, pero también una herramienta valiosa para el crecimiento personal. Beatriz Temprano Muñoz, Directora de Voluntariado, Juventud y Liderazgo en YMCA España, comparte su visión sobre cómo el voluntariado impacta tanto al propio voluntario/a como a la entidad que lo acoge, en este caso, YMCA.
La misión de YMCA es clara: desarrollar el potencial de niños y jóvenes, fomentando un entorno adecuado para su crecimiento y favoreciendo la responsabilidad social, a través del acompañamiento en sus proyectos de vida.
La entidad también trabaja para mejorar la sociedad a través del desarrollo integral de la juventud, generando oportunidades, reduciendo su vulnerabilidad y fortaleciendo su entorno.
El voluntariado de YMCA
YMCA cuenta con personas voluntarias que, con su compromiso, hacen posible que la misión se lleve a cabo. Por ello, la entidad involucra a sus voluntarios mediante un programa integral de formación que abarca desde talleres y capacitaciones hasta un seguimiento personalizado.
Esta estructura asegura que cada voluntario se sienta apoyado y valorado, favoreciendo una comunicación constante y abierta. Un aspecto clave de este programa es la acreditación de competencias a través de la plataforma RECONOCE, lo que añade un valor tangible a la experiencia de voluntariado.
“El voluntariado aporta un valor incalculable a nuestra entidad”
Su energía, pasión y diversidad de habilidades enriquecen las actividades de la organización y permiten llegar a más personas. Desde programas de inserción sociolaboral hasta el refuerzo educativo y actividades de ocio, los voluntarios juegan un papel esencial en todo lo que YMCA ofrece.
Por otro lado, el voluntariado ofrece a las personas una oportunidad única para desarrollarse personalmente, adquirir nuevas habilidades y conocimientos, y formar parte de una red de apoyo y solidaridad.
Habilidades clave del voluntariado
En su trayectoria como voluntarios en YMCA Murcia, las personas adquieren habilidades como liderazgo, trabajo en equipo y empatía. Además, desarrollan una mayor capacidad para gestionar proyectos, resolver problemas y adaptarse a situaciones cambiantes. Estas habilidades no solo son valiosas en el ámbito del voluntariado, sino que también preparan a las personas para enfrentarse a desafíos en su vida personal y profesional.
Entre las habilidades interpersonales más importantes para un voluntario, Beatriz destaca la empatía, la comunicación efectiva y el trabajo en equipo. La empatía permite conectar con las necesidades y sentimientos de los demás, mientras que una comunicación clara y efectiva facilita la coordinación. Por último, el trabajo en equipo es esencial, ya que la mayoría de las actividades dependen de la colaboración entre los voluntarios y el personal.
El éxito de un voluntariado efectivo se basa en el compromiso, la capacidad de adaptación y una actitud positiva. Los voluntarios deben asumir sus responsabilidades de manera seria, ser capaces de ajustarse a las necesidades que surgen en la comunidad y mantener una actitud proactiva y motivadora.
Además, realizar voluntariado tiene un valor añadido sobre el desarrollo profesional. No solo se adquieren competencias muy valoradas en el ámbito laboral, como el trabajo en equipo o la gestión del tiempo, sino que también se amplía la red de contactos y se obtienen referencias valiosas para el futuro. Así, el voluntariado no solo enriquece a nivel personal, sino que también fortalece el perfil profesional.